A lo largo de la vida la mayoría de las personas atraviesan en alguna ocasión por la
situación de estar enamorado, tal situación puede ser una experiencia extraordinaria si
ese sentimiento es correspondido o ser una experiencia terrible si no lo es, hasta el
punto de llegar a ser causa de suicidio en algunas ocasiones. ¿Pero cuantas personas
se han preguntado por cuales son los procesos que ocurren en nuestro cerebro en tal
situación? En mi opinión sería necesario regresar en el tiempo hacia los orígenes de la
propia especie humana, una época en la que conseguir cualquier cosa resultaba
siempre difícil, por este motivo la naturaleza diseño, con el fin de asegurarse la
supervivencia de la especie el proceso llamado enamoramiento.
Podría decirse que en el cerebro existe un mecanismo automático por el cual cuando
una persona cree estar ante su pareja ideal y piensa que tal unión es aceptable o
posible entonces entra en acción el proceso de enamoramiento, en esta situación la
persona queda atrapada en una especie de jaula sicológica por la cual el cerebro
interrumpe el proceso natural de estimulación de tal forma que la persona solo recibe
tales estímulos naturales cuando sus acciones o pensamientos van dirigidos a realizar
su unión con la pareja deseada, de tal forma que todo aquello que interrumpa tal
deseo produce la supresión de estos estímulos y ocasiona en consecuencia un gran
malestar, pues la persona en esta situación solo desea librarse de esa fuerte sensación
de vacío interior y solo ven solución a ello estando con la persona deseada, lo que
estas personas no entienden que solo se trata de un mecanismo cerebral diseñado por
la naturaleza con el fin de favorecer el proceso de reproducción de la especie y que la
persona enamorada sea capaz de vencer cuantos obstáculos se interpongan en su
camino para conseguir su objetivo.
¿Quiere decir esto que enamorarse es malo? No necesariamente, pues entre otras
cosas el enamoramiento provoca que el deseo por estar con la persona deseada sea
tan intenso que el grado de convencimiento por estar junto a ella y serle fiel sea tan
fuerte que ello resulta apropiado cuando se trata de realizar una tarea en común tan
importante como crear una familia y sacarla adelante, es decir que la persona en
estado de enamoramiento se convence con gran decisión de seguir hasta el final con
su pareja y cuando ese sentimiento de enamoramiento desaparece sin embargo queda
el recuerdo de lo que se sintió y de lo que uno estuvo dispuesto a asumir en caso de
ser correspondido, es como si la naturaleza nos quisiera mentalizar y hacernos asumir
responsabilidades ante la importancia de la relación que uno desea tener. Quizás lo
malo de enamorarse es que en ese estado mental no se ven los defectos de la persona
deseada sino solo sus virtudes y se imagina a esa persona no como es sino como se
quisiera que sea, no obstante el proceso de enamoramiento solo se activa cuando la
cantidad de cualidades que se aprecian en la persona deseada son suficientemente
altas para que sea posible su inicio, por lo tanto tampoco se puede considerar
completamente erróneo. Se puede decir entonces que la finalidad del enamoramiento
es por un lado salvar los impedimentos que dificultan la unión de la pareja, y por el
otro para convencerse mutuamente de lo que se está dispuesto a dar y a recibir, y de
este modo la unión se hace más sólida y las expectativas de futuro son mayores si
existe enamoramiento en comparación con si no lo hay, pero también hay que
reconocer en su defecto que en ese estado las cosas se ven mejor de lo que son
aunque puede decirse que la naturaleza lo hace con un
buen fin que es fortalecer el convencimiento de los conyugues en el futuro de su relación.
¿Se puede afirmar entonces que el enamoramiento es un estado inducido por nuestra
propia mente con independencia de nuestra voluntad? La respuesta es no, puesto que
el enamoramiento solo actúa como un mecanismo de apoyo cuando la persona ya ha decidido que quiere a la persona deseada.